Es una experiencia liberadora, durante la práctica no hay juicio, no hay miedo, no hay sufrimiento, solo estamos atentos al momento presente con aceptación.
Consiste en un entrenamiento del cerebro para aprender a estar en el aquí y el ahora de manera consciente. Está reconocida desde la psicología como una terapia cognitiva.
El Mindfulness es la práctica de la Atención Plena, nos ayuda a aceptar y adaptar nuestra vida al presente, a lo que está pasando, a dejar de dar mil vueltas a todo, a vivir constantemente en los recuerdos, parando ese diálogo interno que nos machaca y soltando la falsa creencia de que sólo podemos ser felices si se cumplen nuestras expectativas.
Habitualmente, es una pequeña parte de nosotros la que enfoca nuestra atención a las actividades del momento y a la par, se puede decir que “estamos en otro lado”, es decir de cuerpo presente y de mente ausente, la mente y los pensamientos están en otra cosa completamente. Resultado: “no estamos presentes”.
Vivimos en la mente y vibramos en ella. Vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestras cosas con muy poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento, incluso en ocasiones y más de las debidas, no tenemos conciencia de las intenciones que motivan nuestras acciones y reaccionamos más que respondemos.
Tener una vida plena, ser feliz, no agobiarse por todo, no “rallarse” está estrechamente relacionado con llevar las riendas de la propia vida. Pero la mente siempre está trabajando y estamos condicionados por nuestros patrones de pensamientos recurrentes que se perpetúan y nos ocasionan sufrimiento una y otra vez por lo mismo.
Cuando no tiene una tarea específica que desarrollar, se enreda en un discurso interior interminable que comenta el mundo con base en nosotros y nuestras expectativas. Es el llamado “diálogo interno”.
“Mindfulness” nos aporta fórmulas muy eficaces, que practicándolas diariamente, logran aleccionar la mente, beneficiándonos, al aprender a tratar con ese diálogo interno y así conseguir un mayor dominio de muchas de nuestras emociones y reacciones.
Resistirnos a lo que Es supone sufrimiento, lograr la Aceptación de lo que Es, nos libera de ese sufrimiento. Si queremos salir del “piloto automático”, debemos aprender Mindfulness.
Mindfulness no busca la relajación, aunque sí es un efecto de su práctica. Se trata de tomar conciencia, dirigir y mantener la atención, sobre la experiencia presente, sin evaluar ni reaccionar.
A través de enseñanzas prácticas en clase a razón de dos horas semanales, preferiblemente continuadas durante un mínimo de 8 sesiones seguidas, durante las que el alumno ha de comprometerse a realizar prácticas en su vida diaria.
Habrá diversas prácticas meditativas en silla, en movimiento… y dinámicas lúdicas para favorecer la comprensión, la integración y el autoconocimiento.
Para facilitar la tarea, se suministrarán audios con mi propia voz.
Así como enlaces a otras webs de interés, un encuentro-cena mensual, se trata de cultivar en el alumno la ¡cultura Mindful!, una cultura de PRESENCIA, autenticidad, eficacia… en donde Ser se distingue de Hacer. Y cada uno elige, cuál es proceder adecuado al momento presente. Modo Hacer o Modo Ser.