Es un Taller especialmente dedicado a tratar de cerrar las heridas emocionales de la infancia. Evidentemente, no se resolverán en un día, pero sí se alivia el dolor y mitigan las consecuencias que aún nos producen limitaciones a día de hoy, de adultos.
Dejar de sabotearnos, pasa por adquirir una nueva comprensión, un desarrollo y una elevación de conciencia. Un niño herido contaminará al adulto.
Cuando nuestro niño interno está herido, nos sentimos vacíos y deprimidos; la vida nos parece irreal, estamos ahí, pero no estamos en la vida.
Trabajaremos con dinámicas de grupo, en un entorno seguro y amable. Se aportarán pautas y herramientas para que sea un trabajo con continuidad. Perdona, tengo prisa, no tengo tiempo; estoy cansado, me encuentro mal, ¡uf, qué ansiedad! …
Esto es solo una pequeña muestra de las quejas cotidianas de gran parte de la población humana. Nos pasamos demasiado tiempo quejándonos y tomando pastilla para esto, pastilla para lo otro y para lo de más allá.
En este Taller trabajamos esas partes heridas para que nuestro niño se sane y ¡PUEDAS CAMBIAR TU VIDA!