“Perdona, tengo prisa, no tengo tiempo; estoy cansado, me encuentro mal, ¡uf, qué ansiedad! …”
Esto, es solo una pequeña muestra de las quejas cotidianas de gran parte de la población humana.
Nos pasamos demasiado tiempo quejándonos y tomando pastilla para esto, pastilla para lo otro y para lo de más allá.
Sin embargo, no aportamos soluciones a la situación generada, aguantamos y cuando ya estamos al límite, nos quejamos a los amigos, a los compañeros, bla..bla..bla, pero ¡NO HACEMOS NADA! Hasta parece que encontramos cierto placer en eso de la queja, y lo más probable, es que, también, esté ocultando un problema mayor, ese que no decimos, pero que está ahí pulsando y nosotros sin solucionar.
Es entonces, en el peor de los casos, cuando la situación nos dirige hacia una enfermedad, al dolor, y solamente cuando se llega a ese nivel, es cuando hacemos caso y vamos en busca de soluciones, ¡cuando ya duele! El conocido refrán de: “nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”, se podría aplicar perfectamente a esta situación.
“La relajación, a simple vista, puede parecer un asunto sencillo, y lo es, pero se torna dificultosa cuando estamos lejos de sentirla. Algunas personas piensan, incluso, que su caso ralla en lo imposible.
Y es por eso que desde aquí, animo a todos aquellos que tienen dificultades con el stress, la ansiedad y todos esos achaques generados por la vorágine de nuestra vida actual, a que aspiren a un modo de vida diferente. A una “ACTITUD” diferente.
Y que esa diferencia se convierta, en un grato estado de bienestar y salud, que nos permita respirar felicidad en nuestro día a día, sin tener que esperar a que algo especial suceda. Pues lo más especial está sucediendo. La VIDA, es lo especial. Y puede que te la estés perdiendo…
La felicidad no es un estado al que se llega, sino una forma de viajar”
Y yo, ¡apuesto! ómo la vives
Apuesto por desintoxicar nuestro hígado de tanta química. Apuesto por la salud. Apuesto por hallar espacios de encuentro y comunicación, con nosotros mismos y con los demás. Apuesto por mejorar nuestras relaciones. Apuesto por Sonreír
Aprender a relajarse es sinónimo de disfrutar de una mejor calidad de vida. Cuanto más y mejor se haga la relajación consciente, más energía acumularemos, ya que la relajación es el medio natural para reponer la energía perdida. La relajación consciente nos permite descansar y reparar el cuerpo y la mente más que cuando estamos dormidos.
A nivel mental, la relajación consciente tiene muchísimos beneficios:
Esto sucede cuando hacemos de la relajación consciente una práctica diaria. Cuánto más practicamos las técnicas de relajación consciente, entraremos más fácil y rápidamente al nivel alfa, y podremos permanecer en él durante más tiempo.
A nivel físico, los beneficios de la relajación consciente son:
SESIONES INDIVIDUALES:
SESIONES GRUPALES:
En varios formatos según demanda y con un mínimo de 8 participantes.